En la ceremonia por la celebración del 156º aniversario de la Bolsa de Comercio porteño, la presidente Cristina Fernández de Kirchner rechazó nuevamente la eliminación del encaje que se aplica al ingreso de capitales financieros desde el año 2005, tras remarcar que no se encontraban dadas las condiciones para ello.

Si bien a diferencia de lo que los inversores creían semanas atrás, el anuncio sobre la flexibilización del encaje no se concretó ayer en la Bolsa, la mandataria reiteró en repetidas oportunidades que se encontraba dispuesta a recibir propuestas.

Dicho rechazo por parte de la mandataria, quien defendió el encaje al ingreso de capitales señalando que era una herramienta para evitar que el país “importe burbujas o volatilidades” que asustarían a los argentinos, se produjo luego del reclamo por parte del presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi, quien reclamó en reiterados pedidos la flexibilización de las restricciones impuestas a los inversores extranjeros desde 2005.

El titular de la entidad afirmó que “los inversores del exterior también tienen expectativas positivas sobre nuestro futuro pero sus inversiones no llegan por las restricciones que tenemos, algo que se percibe por los volúmenes de los ADRs de empresas argentinas en EE.UU que resultan abismalmente mayores a los que se registran acá”, agregando que “estamos exportando nuestro mercado cuando deberíamos exportar el resultado del trabajo y del esfuerzo de los argentinos”.

En su defensa en torno a mantener las restricciones al ingreso de fondos, la presidente hizo alusión a la cultura bicambiaria de los argentinos, remarcando que un movimiento brusco en la moneda local frente al dólar, que en otros países como Brasil no genera preocupación, aquí provocaría corridas cambiarias que podrían ser “nefastas para todos los sectores de la actividad económica”.

Por otro lado, el titular de la Bolsa también hizo referencia a la normativa que no permite el ajuste por inflación de los balances, señalando que ello obliga a muchas empresas a “pagar impuestos por ganancias ficticias”.

Ante dicho reclamo, la presidente sostuvo que se encuentran examinando esa situación con la AFIP sector por sector, afirmando que se encuentran severas inconsistencias entre la facturación bruta y la rentabilidad declarada por algunas empresas, adelantando que se avanzará con mayores controles.